Se trata de una corriente muy acogedora, no sólo en ambientes rústicos y casas de campo sino también en otro tipo de espacios de ciudad. Hablamos del estilo provenzal: ligero, poco complicado y muy versátil.

El estilo provenzal se nutre de elementos de otras tendencias como el vintage,  o el clásico. Puede ser por la sencillez de sus ambientes, ligeros y poco recargados, o por la luminosidad, las casas provenzales resultan muy acogedoras y transmiten una sensación de calidez muy apreciada por todos. Esto tiene mucho que ver con el color y los materiales naturales.

COLORES ESTILO PROVENZAL

La paleta de color por excelencia en los interiores provenzales es la del blanco: blancos rotos, blancos amarillentos, crudos… toda su gama está presente en sus espacios.

Los golpes de color muy intensos brillan por su ausencia. De hecho, apenas se usan. También se usan otros colores, aunque siempre de forma sutil y en sus tonalidades más claras: amarillos, tostados, arenas, rosas, grises, etc.

MOBILIARIO

Los muebles provenzales acostumbran a ser sólidos, grandes, con curvas generosas y de formas limpias, elaborados con madera natural con acabados desgastados y envejecidos en su mayoría.

El estilo provenzal prefiere muebles sencillos para decorar sus ambientes. De hecho, no le gustan las habitaciones demasiado repletas de cosas, con un exceso de mobiliario.

Para recrear este estilo tenemos que optar por muebles ligeros de madera o de hierro, con un aire rústico. Los muebles de hierro aportan un toque romántico a estos interiores que les va de maravilla.

En cuanto a las antigüedades, quedan perfectas en casas de estilo provenzal. Busca piezas pequeñas pero auténticas, que aporten encanto a los ambientes. Es el encanto de las piezas de herencia, de las antigüedades, de la autenticidad de una pieza que, al ser artesanal, es única.

¿Te atreves a utilizar el estilo provenzal en tus proyectos?